El Bautismo en el Espiritu Santo. Mat. 3:11
1- Bautismo “en” no “con” Mat. 3:11
Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.
Somos bautizados en el Espíritu Santo. El bautismo evangélico se apega a la norma Bíblica, de administrar el bautismo en agua, sumergiendo a la persona, ya que la palabra BAUTISMO, proviene del griego baptízo, que significa (sumergir) en ninguna parte de la Biblia se da la idea de que sea por aspersión. Si tomamos esta idea y la trasladamos al del bautismo en el Espíritu Santo, y debido a que Mateo nos especifica que seremos bautizados en, no por el Espíritu Santo. Concluimos entonces que así como cuando somos bautizados en agua todo nuestro ser, desde la coronilla de nuestra cabeza, hasta la planta de nuestro pie, es cubierta por el agua; así también cuando somos bautizados por el Espíritu Santo, todo nuestro ser es cubierto con su gloriosa presencia.
2- Recepción junto con la conversión. Gal. 3:2
La Biblia hace diferencia entre el bautismo en el Espíritu Santo y el Sello del Espíritu Santo.
a) El sello de el Espíritu Santo, se recibe en el momento de la conversión.
En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, Ef. 1:13.
b) El Sello de el Espíritu Santo, garantiza nuestra posición en Cristo, solo una persona que realmente no es salva, no posee este sello y su vida esta desprotegida.
Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. Rom. 8:9
c) El sello de el Espíritu Santo, nos da seguridad de nuestra salvación.
Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios,
el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones. 2 Cor. 1:21-22
Diferencia entre el Bautismo y el Sello del Espíritu.
- El Bautismo en el Espíritu Santo.
El Bautismo en el Espíritu Santo, es la investidura de poder y autoridad, que Dios le da al creyente, para que pueda testificar eficazmente de Cristo y de su sacrificio expiatorio en la Cruz del calvario.
- El Sello del Espíritu Santo.
En primer lugar, esto tiene que ver con la acción del Espíritu Santo, al cuidar del nuevo creyente, de manera que este no se extravié, en los primeros años de su vida de fe. El Espíritu Santo le guía y le conduce, lo motiva e impulsa a la búsqueda de su Dios. Esto es lo que se conoce como los días del primer amor.
En segundo lugar, también la Palabra nos enseña tal y como lo hemos explicado en las líneas anteriores, que el sello de Dios en la vida del creyente, jamás será retirado, ya que sus dones son irrevocables, este sello nos confirma como propiedad de Dios. Pertenecemos a Dios hoy y siempre. De hecho no ha existido ningún momento en toda la historia en el que no le hayamos pertenecido, por que el nos aparto para sí desde la eternidad.
3- El Espíritu nos incorpora al cuerpo de Cristo. 1 Cor. 12:13
Todo creyente sellado y bautizado en el Espíritu Santo, es incorporado al cuerpo de Cristo. en este sentido el Espíritu Santo, no considera nacionalidad, raza, estrato social, siervo o libre, rango, o denominación, todos son y pertenecen al cuerpo de Cristo. por eso es que creo, que Dios no esta levantando iglesias, lo que el esta haciendo es levantar su cuerpo. Hec. 2:47
Notemos entonces algunos detalles para finalizar este tema:
a) Dios nos escogió, eternamente Ef. 1:4
b) Fuimos llamados e incorporados al cuerpo por el Espíritu Santo. 1 Cor. 12:12-18
c) Aunque somos varias iglesias, con distintos nombres y distintas áreas de servicio, funcionamos como un cuerpo. 1 Cor. 12:27-30
v.1.0
IGLESIA ICEF/SEP. 2010
